El ratón Anatol vivía en un pueblo de Francia con su mujer y sus seis hijos. Él era feliz hasta que un día oyó decir que los ratones constituían la peor plaga para los seres humanos. Pero... ¿acaso está bien despreciar a alguien por insignificante que parezca? Un estupendo relato que muestra el valor del esfuerzo y la superación personal.