Maestro Huidobro trata, en efecto, de una historia que muchos lectores
reconocerán como suya en gran parte, y que probablemente todos quisieran que la
suya fuese, incluido por supuesto el transmundo de sueños despiertos con el que
nuestras más profundas esperanzas se fabrican. Y, siendo así la historia, tal es
la lengua en que se expresa, naturalmente; y también sonará a los oídos a
encantamiento o a susurro, como las imágenes y escenas se pondrán a brillar en
los adentros durante la lectura