Con un delicado tono ingenuo y poético, una niña narra su vida familiar. El centro de esta familia es su hermano, un niño enfermo y especial, que a través de sus preguntas muestra al lector la profundidad de los sentimientos más cotidianos. En este relato se puede comprobar cómo las grandes emociones no hay que buscarlas lejos sino cerca, entre los seres vivos, en el mundo más cercano que nos rodea