Mientras estés persiguiendo esos ideales que la sociedad cultural ha emplazado ante ti, permanecerás como opuesto a ellos. Y tú esperas que algún día, con algún milagro o con la ayuda de alguien, de algún dios, de algún gurú, serás capaz de resolver tus problemas. ¡Ni por asomo!
Yo no puedo crear esta hambre en ti. ¿Cómo no voy a poder crear esa hambre? Si tienes esa hambre, mirarás a tu alrededor y descubrirás que todos aquello que se te ofrece no es satisfactorio. Se te contentas con las migajas, de acuerdo. Eso es lo que los gurús están haciendo, lanzándote migajas, como hacen con el perro que está atado. Los humanos son como animales; no son diferentes.
Si aceptamos el hecho de que no somos iguales, entonces tendremos más posibilidades de actuar como humanos.