En esta trilogía «Señores de las Dos Tierras», Pauline Gedge aborda
el período comprendido entre la XII y la XVIII dinastías, una época escasamente conocida de la historia egipcia pero fundamental para comprender el posterior brillo y esplendor de una cultura que fascina a millones de personas.
Si en La ciénaga de los hipopótamos ?la primera parte de la trilogía?, el rey Seqenenra, perteneciente a la estirpe de los Tao, antiguos conquistadores del Nilo, inicia la lucha para expulsar a los invasores hicsos, en esta segunda es el príncipe Kamose, su hijo y heredero, quien prosigue la insurrección para unificar el reino y desalojar a los extranjeros que están acabando con las costumbres y tradiciones milenarias.
Con un ejército de cincuenta y cinco mil hombres, las victorias y devasta-ciones se suceden a lo largo del Nilo hasta que las tropas llegan a los muros de la inexpugnable Het-uart, la ciudad donde se encuentra Aqenenra Apepa, el rey usurpador que ha tomado como esposa a Tani, la hermana menor del príncipe. Ante la prolongación del asedio y la inminencia de las inundaciones, Kamose decide esconder a sus soldados en un oasis del desierto hasta la retirada de las aguas y tender allí una trampa a su mortal enemigo. Sin embargo, a pesar de las victorias cosechadas, Kamose mantiene la sospecha oculta de no ser el verdadero elegido por los dioses como rey de Egipto, lo cual, unido a la angustia por la inevitable crueldad de su campaña y al presagio de una muerte próxima, hará mella en su salud mental.