Este libro es el más premiado y el más traducido de cuantos ha publicado esta escritora maorí, enraizada en la bahía Hongoeka, en Nueva Zelanda. En la novela, la autora logra combinar magistralmente una descripción poética de la cultura y la espiritualidad del pueblo maorí, y su lucha por la supervivencia ante el mundo moderno y blanco, que solo busca la utilización de la tierra y los recursos ancestrales para un provecho inmediato y arrasador.