El detective Pedro Tresca está en paro y no hay nada peor para un hombre de acción. Pero la crisis pasa cuando el señor Sódico, director general de una empresa química, traba contacto con él y le encarga que investigue quién es el trabajador que vende datos a la competencia. El detective se pone a la labor, pero Tresca no brilla por su sagacidad precisamente...