Con Las aventuras de Tom Sawyer, Mark Twain empieza a revivir su niñez y su adolescencia mezclándolas con la ficción. La novela es una narración para niños, llena de peripecias; los héroes son los niños, pero también tiene un mensaje claro y directo para los adultos. El entorno de San Petersburgo (Hannibal) es un mundo inmenso, desconocido y tentador para Tom y Huck, universo que hay que investigar, explorar y conquistar.