Por vez primera, una obra de Abu-l-Hasan al-Nuri de Bagdad ve la luz en Occidente. Ni Miguel Asín Palacios ni Louis Massignon tuvieron la oportunidad de conocer el tratado místico Moradas de los corazones, que constituye una de las obras fundadoras del sufismo. La obra del delicado contemplativo de Bagdad contribuyó de manera decisiva a la formación del lenguaje técnico del misticismo islámico y llegó a influir en autores de la talla de Abu Nasr Al-Sarray, Yalaloddin Rumi y Mansur Hallay. Para un público hispanohablante el opúsculo místico guarda un interés especial, ya que Nuri es uno de los primeros autores musulmanes en esbozar el símil de los siete castillos concéntricos del alma que Teresa de Jesús habría de hacer famoso en la mística europea, sin advertir que estaba cristianizando un motivo simbólico que el Islam reiteró a lo largo de muchos siglos