La relación profesor-alumno y la enseñanza impartida en el aula son el origen del éxito o el fracaso escolar, sean cuales fueren los proyectos de una escuela, los medios legales, los orientadores o las actividades extracurriculares. MARLAND resalta, en esta obra, la radical importancia de la figura individual del profesor en la educación, en la enseñanza práctica y en la problemática real de ayudar al alumno. El éxito del profesor individual depende de algo más que de una notable personalidad y de su erudición. Existe un «arte» para dirigir al grupo en el aula -cada profesor debe ser eficiente en este aspecto- y es estimulante saber que esta habilidad puede ser adquirida. El objetivo primordial del presente volumen se centra en el aprendizaje, práctica y perfeccionamiento de este «arte de enseñar».