El análisis de la lírica de Barrios desde la perspectiva estilística, que se desprende de su propia poesía e intención editora, lleva a considerar aquí tres estilos: alto estilo barroco, estilo medio y estilo pleno. Su alto estilo barroco nos presenta la densidad de ornamentación que aparece en Soledades o Polifemo de Góngora; estilo también relacionado con Calderón o incluso Quevedo. Su estilo medio se manifiesta abundante en el uso de los mismos artificios, pero sin sostener la densidad ornamental del alto estilo barroco; inclinado, a veces hacia el preciosismo, y otras, al concepto metafísico, está relacionado con Quevedo, Ledesma y Polo de Medina. En su estilo pleno, el cambio de énfasis es más significativo. Hay una especial seriedad de tono, y los artificios estilísticos empleados se utilizan más para revelar el significado que para producir efectos sonoros de sensación. Los dos primeros estilos son dificultosos, y en ellos la materia ostensible del poema puede aparecer algunas veces un mero pretexto para el virtuosismo de la expresión. El tercero es su vehículo de expresión de importantes ideas, y su propia dificultad se enraíza en la complejidad intrínseca del pensamiento.