La danza moderna es una forma de expresión corporal que nace de la transposición por el bailarín, mediante una formulación personal, de un hecho, una idea, una sensación o un sentimiento. Esta danza moderna se convierte en una forma de ser para el hombre que quiere hablar con su cuerpo bailando descalzo. De ahí la necesidad permanente para el bailarín de danza moderna de encontrar en sí mismo los principios de una técnica que, lo mismo que en la danza clásica, esté sujeta a determinadas reglas. Pero las normas son distintas tanto en el aspecto técnico como en lo que atañe al origen de la motivación del movimiento. Un bailarín moderno debe inventar y reinventar una y otra vez, permanentemente, una fraseología del movimiento para que éste conserve siempre el carácter de inédito y traduzca la interiodad de quien lo ejecuta. La danza moderna es un producto del siglo XX y sigue siendo un fenómeno específicamente americano. Pero desde la década de los años sesenta presenciamos una expansión hacia el mundo entero. El descubrimiento de la danza moderna despierta un interés cada vez mayor en numerosos jóvenes, que experimentan la necesidad de encontrar en sí mismos un nuevo modo de expresión corporal.