Considerada como paradigma del cine musical, Cantando bajo la lluvia no es un film musical común, ni siquiera es sólo un musical. Este film de Stanley Donen y Gene Kelly es, sobre todo, una película sobre el cine, y no sólo porque cuenta la historia del paso del cine mudo al sonoro, sino también porque constantemente pone en escena la artificiosidad misma del cine, su naturaleza más íntima, en un juego donde la verdad y la mentira, lo real y lo artificial pasan vertiginosamente de las historias a la puesta en escena y viceversa.