En el presente libro, Nathaniel Branden demuestra, pasando de lo privado y lo personal a lo social y lo político, que sólo siendo responsable de uno mismo es posible tener verdadero poder sobre la propia vida. Únicamente la cultura de la responsabilidad personal puede sostener y conservar una sociedad civilizada. Nuestra elección fundamental --pensar o no pensar, vivir o no de una manera autorresponsable- refleja la esencia del significado del ser humano. Nuestra libertad de elección puede ser una carga, pero también es nuestro reto y nuestro único camino hacia la gloria. Para demostrar todo esto, Branden perfila cuatro objetivos:
- Arrojar luz sobre el significado de la autorresponsabilidad como forma de vida.
- Demostrar que se trata de una fuente de alegría y de experiencia personal.
- Reafirmar la idea de que damos forma a nuestra propia identidad a través de la responsabilidad que asumimos.
- Y concluir que la independencia y el individualismo son esenciales para el bienestar de nuestra sociedad.
Tanto si nuestras metas están orientadas al desarrollo profesional como si se inclinan por las relaciones amorosas, es preciso entender cuán estrechamente vinculada está la responsabilidad con el logro del éxito y la felicidad.