La obra de Bühler es como un gran fresco que nos acerca al movimiento, la animación, el impulso creador y la imagen social del tiempo y los hombres medievales. Sin reducir esquemáticamente la fluidez propia de los hechos, captándolos en su espesor de la vida, el autor consigue darnos el perfil general de un mundo sin traicionar su singularidad ni sus particularidades