Esta obra demuestra inequívocamente que la educación por el movimiento, asociada con otros medios educativos, permite un aprendizaje más fácil de las habilidades básicas que el niño debe adquirir en la escuela (lectura, escritura y ortografía) y, en consecuencia, contribuye a eliminar los problemas de dislexia y de disortografía. Se trata, así, de un libro destinado a los docentes que aprecian la importancia de un medio educativo tan fundamental como el movimiento, pero también a los profesores de educación física que estén a cargo de alumnos que nunca han disfrutado de los beneficios de la práctica regular de la cultura física y que, por consiguiente, tienen que llenar importantes lagunas en este campo.