Durante la primera mitad del siglo XVII apenas si hubo un año en que Europa estuviera en paz. La revolución y la guerra civil se enseñoreaban del continente, e incluso aquellos Estados que no sufrían tales males se veían envueltos en conflictos internacionales de interminable virulencia.
Geoffrey Parker presta especial atención a tres conflictos cruciales: la lucha de la España de los Habsburgo contra Francia y la república holandesa; la rivalidad de Suecia y Polonia, que eventualmente llevaría a la ruina a Dinamarca y Rusia; y el enfrentamiento entre los Habsburgos austriacos y los parlamentos de sus provincias hereditarias, que culminaría en la guerra de los Treinta Años. Situando estos conflictos en un contexto mundial, ofrece una clara relación de los procesos y cambios -políticos, sociales, económicos e intelectuales- que llevaron a buena parte de Europa al borde mismo del caos en la década de 1640.
El autor recurre a nuevas fuentes de toda Europa para trazar un cuadro tan estimulante como autorizado de este período de la historia europea, tan especialmente confuso y pletórico de acontecimientos.