Esta obra presenta, sin inútil erudición, pero sin concesión a la superficialidad, la evolución de los géneros literarios a través de los cuales se ha manifestado uno de los aspectos más auténticos del pensamiento latino. Ciertamente, en Roma la historia no hubiera sido lo que allí fue si Grecia no hubiera mostrado el camino a los escritores y a los pensadores de la ciudad. Pero, a su vez, la historia, fenómeno esencialmente nacional, adquiere dimensión universal en la medida en que Roma se identifica con el universo. La cantidad de historiadores latinos cuyas obras han llegado a nosotros es ridículamente mínima. Sin embargo, basta para alimentar la reflexión política de los pensadores occidentales desde Boccaccio y Dante hasta el comienzo del siglo XIX. En este libro se puede descubrir cómo nació en Roma el pensamiento histórico, cómo se desarrolló y cómo, en la tormenta que envolvió al mundo antiguo, ella fue, como lo deseaba Cicerón, ?el testigo de las edades, la luz de la verdad, el recuerdo de la memoria, la escuela de la vida, el mensaje de la Antigüedad?.