Fromm analiza los rasgos esenciales de nuestra sociedad tecnológica y sus efectos sobre el hombre. Advierte el peligro de su mecanización, que sólo puede evitarse si optamos por la vida y la naturaleza. Con este objetivo, propone la creación de un movimiento humanista radical de pequeños grupos descentralizados con una meta común y un aprecio de los valores de una vida nuevamente orientada.