En este seminario, Lacan profundiza en el concepto de goce, central para la teoría psicoanalítica, cuya elaboración se inicia en los años sesenta y continúa a lo largo de su obra. Procede de la condensación de dos términos freudianos: la libido en cuanto energía del deseo sexual y la pulsión de muerte. Se podría decir que todo lo que llega al límite del placer es goce. Este campo de investigación remite al amor y al goce femenino más allá del padre y del falo: constituye de hecho una crítica a los postulados sobre el género.