El diálogo de Hölderlin con la filosofía idealista alemana y con el clasicismo es el horizonte en el que Remo Bodei analiza la concepción hölderliniana de lo trágico, que, más allá del género, es factor fundamental en la comprensión de la vida humana, pues, como señala Hölderlin en su "Hiperión", "ser uno con todo, ésa es la vida de la divinidad, ése es el cielo del hombre", unidad y vida que difícilmente se alcanza. No dominio del sujeto sobre el mundo, ni del mundo sobre el sujeto, sino una relación de igualdad y de compenetración.