En los orígenes de la modernidad en el siglo XVI, literatura e historia iniciaron su institucionalización como discursos separados. Godzich busca en este libro restaurar la relación entre conciencia histórica y teoría crítica tras lo que ha sido un largo periodo de represión. Este libro aborda la emergencia del Estado Moderno, las instituciones y las disciplinas de la cultura y el aprendizaje, así como la historia de la historiografía y la historia literaria. Analizando tanto la semiótica como la deconstrucción o la narratología, el autor demuestra cómo y por qué Kant y Hegel, Heidegger y De Man siguen siendo instrumentos esenciales para la constitución de un pensamiento crítico contemporáneo.