«Todo gran poema es a la vez un producto histórico, una construcción técnica y un don divino, que confluyen en el poeta, quien es así de todo responsable y de todo receptivo. Volviendo los ojos al abismo del que ven surgir las propias palabras, algunos poetas han preguntado por el fundamento de la existencia, por la benevolencia que los constituye creadores, por Dios y su posible manifestación histórica. Otros, yendo más lejos, fijan su mirada en Cristo, y desde él, indagan las relaciones que unen la existencia humana con el Misterio» (Olegario González de Cardedal).
Cuatro poetas en cuya obra se hace especialmente presente el misterio del hombre, de Dios y de Cristo, cada cual desde una clave distinta: ética (Machado), estética (Oscar Wilde), narrativa (Jean Paul) y dramática (Unamuno). Desde ahí se articula una reflexión sobre arte y revelación, sobre el Logos hecho historia, sobre Cristo, el inocente absoluto, entregado a la muerte.
Para el autor de este libro el desencuentro entre poesía y teología fue mortal para ambas; volver a conjugarlas es la bella tarea a la que dedica estas páginas, otorgando a cada persona su voz, tiempo y duración propia.